El Rey Nicanor se estuvo probando su ropa nueva.
Pero antes de que salga a la calle, Castiglioni le avisó que está desnudo.
Es lógico: según el gran pensador-trafica-rollos Julio Colmán, el vice no es más que "un imberbe, un inmaduro". Y como señalaba la fábula, hace falta ser pibe para animarse a decir ciertas verdades.
Interesante la rebelión de Johnny Bravo. Pero más interesantes son las reacciones de los cortesanos nicanorenses.
Al paraguayo pues le cuesta tomar postura y/o rebelarse. El instinto de supervivencia (llamale viveza o ventajismo, si querés) le insta a someterse siempre al poder. Por eso muchos -la gran mayoría- de los colorados siguen alineados detrás de Nicanor y su ridícula búsqueda de la reelección, sin animarse a decirle (o decirlo públicamente) que su sueño es un sinsentido.
Algunos organizaron inmediatamente una chupada de medias a domicilio. Otros no sabían bien para donde disparar, lanzaron tímidas críticas explicando porqué Johnny se equivocó, pero en su fuero interno todos saben también de la desnudez del rey. Si Castiglioni queda como candidato oficialista, ya los veremos pelearse por el divino derecho a succionar sus calcetines, y argumentarán a muerte su castiglionismo de primera hora.
Encima Nicanor, a quien consideraba más vivo, parece estar obnubilado con la idea de mantener el poder de cualquier forma, así que no admite líderes denserio cerca suyo, y parece decidido a poner a un títere como Blanca Ovelar o Alderete como candidato oficialista, así queda él al mando y todo sigue igual. El presidente en serio piensa que gobierna sobre un pueblo de cretinos.
No sé como harán ustedes, pero acá nos arreglamos con lo que hay
jueves, 29 de marzo de 2007
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