No sé como harán ustedes, pero acá nos arreglamos con lo que hay

domingo, 18 de marzo de 2007

¿Dónde está toda la plata?

Bajo el colchón.


Desde que tocamos fondo en el 2002 (Lucho, te recordaremos siempre. Y a tu mamá también), al presente de relativa bonanza del 2007, entró mucha plata al país. Y lo que no se despilfarraba, el BCP lo iba escondiendo, sistemáticamente, bajo el colchón.

No quiero subestimar al amable lector, que seguro captó las implicancias de todo esto, de una. Pero no falta el que pregunta, así que aquí voy:

1. La plata llega, y la gente la mete en los bancos, financieras y cooperativas, A LA VISTA, porque nadie confía en nadie y ya pasamos malos ratos con este tema de los ahorros "atrapados" por la quiebra de bancos cuyos directivos roban todo y NUNCA van a la cárcel.

2. Los bancos, financieras y cooperativas no dan préstamos a largo plazo (los únicos viables para las industrias y otras inversiones productivas) porque nadie confía en nadie ni en nada.

3. El BCP, más interesado en contener la inflación ("la macroeconomiiiiia!") que en cualquier proyecto de PAIS CON FUTURO, no sólo no incentiva a los bancos a que presten a largo plazo, sino que les ofrece GUARDAR EL DINERO mediante Letras de Regulación Monetaria. Negocio redondo para los bancos, que reciben intereses de la pesada por una inversión de riesgo cero. La población que necesita de créditos para invertir y prosperar, que se joda.

Dinero ocioso, el país que se pudra.

Y así sigue la comedia. Todo el mundo tiene un parche que sólo le deja ver lo que quiere ver. Los exportadores sólo ven la caída del dolar y lloran por ello; los importadores sólo ven las sucias políticas del Brasil y lloran por ello; los Juan Vera sólo ven el precio de la carne y lloran por ello; los colorados sólo ven la inminencia de la llanura y lloran por ello; y en general, todo el mundo metido en su caparazón (porque no se puede confiar en nadie, vio?), la cabeza bajo la tierra y el zoquete bajo el brazo, peleando por mantenerse a flote a costa de ahogar a todo el resto.

Los que tratamos de hilar todo y encontrar una salida, lloramos por todo el conjunto.