Probablemente sea posible hacer saber a Nicanor Duarte Frutos que, si no termina con sus provocaciones, será difícil encontrarle otro sitio que la cárcel.
Duro le da el editorial de La Nacao a Nicanor. Más duro aún le da, hoy también, la carta del
Suele parecer un poquitín alarmista La Nación en sus diagnósticos y pronósticos, pero en realidad es un poco preocupante la aparente falta de rumbo del próximo gobierno. Faltan señales de que se sabe adonde se quiere ir, y cómo llegar. Porque la gavilla que se está yendo no creo que tenga intenciones de dejar de delinquir sólo por haber perdido el poder. Es razonable suponer que harán todo lo posible por volver cuanto antes, y HAY que ponerles freno.